RUBÉN - Una Lección de Restauración
La Esperanza y el Carácter
El Señor nombra a las personas de acuerdo a su carácter, y en la historia de los doce hijos de Jacob, de donde surgieron las doce tribus de Israel, podemos encontrar lecciones valiosas para nuestras vidas. Estos nombres no fueron elegidos al azar, y cada uno lleva consigo un significado espiritual profundo.
El Primogénito con un Potencial Prometedor
Rubén, el hijo mayor de Jacob, recibió su nombre como una manifestación de esperanza y fuerza, ya que su padre lo consideraba como "el principio de mi vigor, principal en dignidad y principal en poder" (Génesis 49:3-4). Sin embargo, la vida de Rubén no cumplió completamente con estas expectativas.
Luces y Sombras en el Carácter de Rubén
La historia de Rubén tiene un punto de partida en su bondad al llevar mandrágoras a su madre (Génesis 30:14) y en su intento por salvar la vida de José cuando sus hermanos conspiraban contra él (Génesis 37:21-22, 29; 42:22). Estos gestos demuestran la posibilidad de un carácter noble en Rubén.
Impulsividad y Desafíos
Sin embargo, Rubén también mostró un lado impetuoso y vacilante. Su padre Jacob no confiaba plenamente en sus palabras, como se evidencia cuando no consideró suficiente el juramento de Rubén para garantizar el retorno seguro de Benjamín (Génesis 42:37-38; 43:8-9). Esta naturaleza impulsiva parecía haber sido transmitida a sus descendientes.
El Descarrilamiento de una Tribu
Rubén, situado en las fronteras de Moab, tenía la oportunidad de ser un faro espiritual, pero su tribu, al igual que su progenitor, fue "impetuosa como las aguas" en su devoción a Dios. La historia de Rubén como tribu refleja una serie de fracasos en cumplir los propósitos de Dios.
Un Mensaje de Esperanza
La tribu de Rubén se apartó de la fe en Dios, prostituyéndose siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra. Su historia se caracterizó por el fracaso en cumplir los propósitos divinos, pero Dios, en Su infinita misericordia, aún reservó un lugar para Rubén en Su plan de redención.
Redención y Restauración
A través de la eternidad, el nombre de Rubén será inmortalizado, ya que doce mil de los ciento cuarenta y cuatro mil redimidos llevarán su nombre en una de las puertas de la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 21:12). Esta es una muestra de la gracia divina, que permite que incluso aquellos que han fallado en sus vidas encuentren redención y restauración en Dios.
Lección para el Mundo Actual
La historia de Rubén es un recordatorio de que, a pesar de
nuestros fracasos y debilidades, la misericordia de Dios siempre está dispuesta
a restaurarnos y darnos una segunda oportunidad. En el mundo actual, donde
encontramos a muchas personas con caracteres similares al de Rubén, esta
historia nos recuerda que, si buscamos sinceramente a Dios y reconocemos
nuestra propia debilidad, Él vendrá en nuestro rescate, pronunciando sobre
nosotros la promesa de "vivir y no morir" (Deuteronomio 33:6). Esta
es la lección de restauración que Rubén nos ofrece, un testimonio de la gracia
divina que puede transformar vidas imperfectas en vidas redimidas.