Introduccion
La primera doctrina que abordaremos es fundamental para la fe cristiana
y se centra en la autoridad de las Escrituras. En un mundo repleto de diversas
creencias y perspectivas, es esencial comprender la posición central que la
Biblia ocupa en la vida de los creyentes. Esta doctrina resalta que la Biblia
es más que un libro sagrado; es la Palabra de Dios escrita, y su autoridad es
indiscutible en asuntos de doctrina, corrección, impugnación y enseñanza en
justicia. En estos dos párrafos introductorios, exploraremos la importancia de
esta doctrina y cómo afecta nuestra comprensión de la fe cristiana. A lo largo
de esta serie de publicaciones, profundizaremos en los aspectos clave de esta
doctrina, su relevancia en el mundo actual y cómo influye en nuestra vida
espiritual.
Analis de los contenidos
La búsqueda de un conocimiento genuino de Dios nos lleva a Jesucristo, quien, según Juan 17:3, es la vía para conocer a Dios. La verdad sobre Dios se encuentra en Jesús, y a través de las Escrituras, Dios nos habla y nos revela Su deseo de salvarnos.
La búsqueda de un conocimiento genuino de Dios nos lleva a Jesucristo, quien, según Juan 17:3, es la vía para conocer a Dios. La verdad sobre Dios se encuentra en Jesús, y a través de las Escrituras, Dios nos habla y nos revela Su deseo de salvarnos.
El enfoque principal de las Escrituras es Jesucristo, el Hijo de Dios.
El Antiguo Testamento lo presenta como el Mesías, el Redentor del mundo,
mientras que el Nuevo Testamento revela a Jesucristo como el Salvador. Cada
página de la Biblia, ya sea mediante símbolos o realidades, arroja luz sobre
alguna faceta de Su obra y carácter. La crucifixión de Jesús en la cruz se
convierte en la revelación culminante del carácter de Dios, ya que une dos
aspectos cruciales: la maldad inexplicable de los seres humanos y el amor
infinito de Dios. La cruz revela la pecaminosidad humana al permitir que
mataran a Su Hijo, pero al mismo tiempo, muestra un amor inmenso, ya que Dios
entregó a Su único Hijo como un sacrificio supremo.
La Biblia es un libro único que ha tenido un impacto significativo en la
historia y la vida de las personas. Ha sido amada, odiada, reverenciada y
condenada, y su influencia ha desencadenado grandes eventos en la historia.
Desde guerras hasta revoluciones, la Biblia ha estado en el centro de la
acción, y ha sido utilizada para justificar una amplia gama de acciones, desde
las más nobles hasta las más condenables.
Sin embargo, su exclusividad no proviene de su influencia en la
política, la cultura o la sociedad, sino de su origen divino y los temas que
aborda. La Biblia es la revelación del único Dios-hombre, Jesucristo, el
Salvador del mundo. Esta revelación divina se manifiesta de diversas maneras.
La revelación general se encuentra en la historia, la conducta humana,
la conciencia y la naturaleza, y está disponible para todos. La Biblia, por
otro lado, se considera una revelación especial que supera las limitaciones
humanas y ofrece respuestas a preguntas fundamentales sobre el bien y el mal,
el pecado y la salvación.
El enfoque principal de la Biblia es Jesucristo, quien se presenta como
el Mesías y el Redentor en el Antiguo Testamento, y como Jesucristo, el
Salvador, en el Nuevo Testamento. Cada página de la Biblia arroja luz sobre
algún aspecto de Su obra y carácter, y la crucifixión de Jesús en la cruz es la
culminación de la revelación del amor divino.
La Biblia es una combinación de lo divino y lo humano, ya que revela la
verdad divina a través del lenguaje humano. Aunque los escritores bíblicos eran
instrumentos de Dios, no perdieron su individualidad, razón o personalidad.
Dios se comunicó a través de ellos, y sus mensajes se expresaron en su propio
estilo y vocabulario.
La Biblia es la revelación de Dios expresada en lenguaje humano, y esta
combinación única hace que sea diferente de cualquier otra literatura. Los
escritores bíblicos no fueron elegidos por sus talentos naturales, y la
inspiración divina no garantiza la salvación eterna. Todos eran seres humanos
con naturalezas pecaminosas que dependían de la gracia de Dios.
Los métodos de revelación incluyeron visiones, sueños, comunicación
auditiva y la iluminación del sentido interior de la persona. Dios se
comunicaba de diversas maneras para transmitir conocimiento divino. Además, los
escritores bíblicos recibieron contenido sobre eventos futuros, hechos históricos
y registros de experiencias personales.
La Biblia es una obra que se distingue por su origen divino y su
influencia en la historia y la vida de las personas. La dirección del Espíritu
Santo en la selección y la inspiración de los escritores garantiza su
fiabilidad.
Jesús también enfatizó la autoridad de las Escrituras a lo largo de su
ministerio. Utilizó las Escrituras como su principal defensa y ataque contra
Satanás y sus oponentes. Cuando se le preguntaba sobre temas importantes, a
menudo respondía citando las Escrituras con las palabras "escrito
está". Jesús creía firmemente en la autoridad de la palabra profética y
afirmaba que las Escrituras dan testimonio de Él.
El Espíritu Santo desempeña un papel crucial en la autoridad de las
Escrituras. Sin la iluminación del Espíritu Santo, nuestras mentes no pueden
comprender correctamente la Biblia ni reconocerla como la autoridad divina que
es. Solo con la ayuda del Espíritu Santo podemos entender y aceptar la Biblia
como la revelación de la voluntad de Dios. Las Escrituras y el Espíritu Santo
nunca pueden estar separados, ya que Él es tanto el autor como el revelador de
las verdades bíblicas.
Conclusion
La primera doctrina se centra en la autoridad de las Escrituras en la fe
cristiana. Se enfatiza que la Biblia es la Palabra de Dios escrita y que su
autoridad es indiscutible en cuestiones de doctrina, corrección, impugnación y
enseñanza en justicia. Además, se sostiene que la Biblia debe estar por encima
de toda sabiduría humana y literatura, y que las discrepancias entre la ciencia
y la Escritura a menudo se deben a malentendidos. La doctrina destaca que los
dones espirituales también deben estar sujetos a la autoridad de la Biblia y
deben ser evaluados a la luz de sus enseñanzas. La unidad de las Escrituras a
lo largo del tiempo se destaca como una característica importante, ya que a
pesar de la diversidad de perspectivas, las Escrituras presentan un mensaje
coherente sobre los principios de salvación
Referencia bibliografica
- Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día. (2007). Creencias de los Adventistas del Séptimo Día (1ra ed.). Florida: Asociación Casa Editora Sudamericana.